
«Paolo Febbraro es actualmente uno de los mejores poetas italianos. Tiene una mente original, compleja y laberíntica que bordea de continuo el caos, lo inaferrable y la locura, pero justamente por ello realiza acrobáticos ejercicios del más espinoso raciocinio. Explorando terrenos mentales inexplorados, o tal vez insensatos, Febbraro busca en todo momento una lógica por muy ilógica que pueda resultar. Sin embargo (y es este su constante, aunque inestable, centro de gravedad), sabe que locura y raciocinio, candor y sutileza, el idiota y el sabio, están siempre en concordia discors y se ponen recíprocamente en evidencia. Como atento e inspirado crítico, como poeta consciente de la propia singularidad, Febbraro no ha dejado de reconstruir la propia tradición en un libro demoledor y casi obsesivamente autoidentitatio, L’idiota. Una storia letteraria, sobre una serie de personajes que ven y se saben distintos, de los griegos clásicos al siglo XIX [...] ¿Paolo Febbraro es un poeta metafísico? ¿Un poeta del pensamiento? ¿Grotesco? ¿Epigramático? ¿Controvertido? ¿Humorístico? ¿Naturalista? ¿Artificial? Detrás de este poeta hay un crítico extravagante. Bajo el crítico serio hay un poeta que fantasea, con conceptos y (sin patetismo), con el fin del mundo». ALFONSO BERARDINELLI
PRENSA
Paolo Febbraro: 'Deposizione' y 'Ulisse' (de Umberto Saba)